domingo, 13 de septiembre de 2009

La tecnología

Como casi todas las noches, el internauta se sentó frente a la pantalla de su computador. Como era usual, abrió la página youtube.com. Dudó sobre lo que vería esta noche. Sabía que podía ver casi cualquier video que quisiera, incluyendo películas, series, documentales, tanto actuales como las que había disfrutado en su infancia.

Días anteriores se había regocijado viendo de nuevo los programas que tanto le gustaban cuando era niño. Las series que esperaba con ansiedad cada semana y que ahora podía disfrutar tranquilamente a la hora que quisiera. Esas películas que no había vuelto a ver porque eran poco comunes, y que ahora podía encontrar, con un poco de paciencia, en la red.

A pesar de haber disfrutado con esas emisiones, también había sentido una sensación extraña, como si estuviera arruinando para siempre algunos recuerdos que eran bien importantes para él. En efecto, las series que tanto le gustaban de niño, no le parecían iguales ahora. A veces pensaba que sería mejor guardar el recuerdo tal cual y no enturbiarlo con las imágenes digitales provenientes de internet.

Sus dedos se deslizaron dubitativos por el teclado. Su mirada empezó a divagar buscando en el aire las imágenes perdidas de su infancia. Recordó la emoción que sentía en su infancia al ver un video, una película o una serie de su preferencia. Trató de sentir la misma emoción pero sabía que ahora todo era diferente. La posibilidad de ver casi cualquier cosa que deseara de alguna manera arruinaba la emoción del momento.

Luego de unos minutos de duda, el internauta apagó el computador.