En Colombia, uno tenía la idea que la política en Canadá era un ejercicio tranquilo sin mayores sobresaltos, a diferencia de nuestro país en donde todos los días habían escándalos, políticos iban a la cárcel, se descubrían nuevos fraudes o engaños, etc. Pues bien, esta semana ha sido de gran agitación política aquí en Canadá. No sé si será algo excepcional o, por el contrario, que desde Colombia uno no tenía acceso a todos los detalles de la política de aquí.
El probelma comenzó cuando el gobierno del primer ministro Stephen Harper, del partido conservador, presentó las medidas económicas para afrotar la crisis que se avecina. La oposición no estuvo de acuerdo, especialmente por cuanto dichas medidas contemplaban la reducción del dinero que le dan a los partidos políticos por los votos obtenidos en las elecciones. La oposición decidó entonces unirse y pedir el cambio del primer ministro (algo parecido a un golpe de estado).
La oposición está liderada por el partido liberal, con Stéphane Dion a la cabeza, y el nuevo partido democrático, liderado por Jack Layton. Para alcanzar la mayoría en la cámara de los comunes requerían el apoyo del bloque quebecúa, liderado por Gilles Duceppe. El bloque quebecúa decidió apoyar la oposición, aunque advirtió que no participaría en la composición del gobierno.
El primer ministro Stephen harper inició entonces una fuerte campaña, especialmente en las provincias anglófonas, para desacreditar la oposición. El principal argumento era que la oposición estaba apoyada por el bloque quebecúa, el cual defendía los intereses separatistas de Québec y no los intereses de Canadá. Aquí en Québec, también hubo pronunciamientos en contra de la unión con el partido liberal, por cuanto muchas personas consideran que dicho partido ha ido en dirección contraria a los intereses de Québec en el pasado.
Otro problema es el nombre del nuevo primer ministro. El candidato más posible sería Stéphane Dion, chef del partido liberal, pero este no cuenta con mucha aceptación, ni siquiera al interior de su partido. Incluso cuando se conocieron los resultados de las elecciones federales pasadas, muchas personas de su partido pidieron su renuncia.
El primer ministro, Stephen Harper, al ver esta situación, decidió solicitar a la gobernadora general, Michaelle Jean, el cierre del parlamento hasta el próximo 26 de enero. La gobernadora general es una inmigrante haitiana de color, cuyo cargo era más bien simbólico, pero que en esta crisis política ha entrado a tener una importancia crucial para el futuro político de Canadá.
La gobernadora general aceptó la petición del primer ministro y entonces el parlamento se ha cerrado hasta el 26 de enero, lo que le permite a Stepehen Harper continuar de primer ministro por algunos días más.
Lo que deseo resaltar de esta historia es que, a diferencia de otros países, estos problemas políticos no han tenido muertos de por medio. Viendo lo sucedido hace poco en India, o en Tailandia, o en nuestros países suramericanos, donde los problemas políticos van acompañados de violencia, muerte y represión, piensa uno que la dieferencia de Canadá es que estas situaciones se asumen con cero violencia, lo cual creo que es un gran logro para una sociedad.
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