Cuándo se llega de Colombia a Canadá, es casi inevitable hacer comparaciones entre los dos países. Por supuesto que ambos tienen sus fortalezas, así como también sus debilidades. Sin embargo, en la comparación generalmente sale ganando Canadá. Su nivel de vida es mucho más alto, el acceso a los servicios es más eficiente, y en general la tranquilidad en la cual se vive contrasta con los niveles de violencia que existen en nuestro país. Obviamente no deseo expresarme mal de Colombia, ya que es mi patria, el sitio donde nací y crecí, el país que siempre llevaré en mi corazón, sino que simplemente quiero hacer una reflexión que de pronto ayude a encontrar el camino para un mejor futuro.
Volviendo al tema de la nota, uno se pregunta que tienen de diferente los canadienses con respecto a nosotros que les ha permitido tener una estructura social más desarrollada. Se empieza entonces a desechar ideas. Al tratar con los canadienses se encuentra que no son más inteligentes o más hábiles que nosotros. Sus conocimientos generales son, en muchos casos, más deficientes que los nuestros. Obviamente tampoco tienen más recursos naturales. Las tierras aquí, por citar un ejemplo, son más áridas y menos fértiles que en Colombia.
¿En dónde está entonces la diferencia? Creo que la diferencia más importante está en la cultura de la legalidad que existe aquí. Todo el mundo sabe que existen unas normas, las cuales todos debemos respetar. Desde los asuntos más simples, como respetar los horarios, hasta los más grandes, como los relacionados con las decisiones políticas. No digo que no haya corrupción o criminalidad aquí. Efectivamente eso existe, pero en una proporción mucho más baja. Esa cultura ciudadana que aboga por la legalidad y por el cumplimiento de las normas ejerce un control social que da como resultado una sociedad más organizada y, en consecuencia, más productiva.
Termino esta nota con la esperanza que el pueblo colombiano elija, a través del voto, la legalidad y la cultura ciudadana a cambio de la corrupción y la politiquería.
¿En dónde está entonces la diferencia? Creo que la diferencia más importante está en la cultura de la legalidad que existe aquí. Todo el mundo sabe que existen unas normas, las cuales todos debemos respetar. Desde los asuntos más simples, como respetar los horarios, hasta los más grandes, como los relacionados con las decisiones políticas. No digo que no haya corrupción o criminalidad aquí. Efectivamente eso existe, pero en una proporción mucho más baja. Esa cultura ciudadana que aboga por la legalidad y por el cumplimiento de las normas ejerce un control social que da como resultado una sociedad más organizada y, en consecuencia, más productiva.
Termino esta nota con la esperanza que el pueblo colombiano elija, a través del voto, la legalidad y la cultura ciudadana a cambio de la corrupción y la politiquería.
1 comentario:
COLOMBIA ES UN PAIS DONDE LOS POBRES QUIEREN SEGUIR ADELANTE PERO LOS RICOS NO LOS DEJAN..LOS POBRES RECURREN A LA DELINCUENCIA Y A LAS GUERRILLAS POR FALTA DE OPORTUNIDDES.. Y TODO ESTO SE DEVE A UN SIMPLE RAZON LA POLITICA Y LA ESTRATIFICAION EN ELLA.. NADA MAS COMENZANDO CON URIBE ..ESTE TIPO E SUNA MIERDA LO UNICO QUE HIZO FUE DECIR MENTIRAS EN SU GOBIERNO Y HACER CREER A LA GENTE QUE HIZO MUCHO PERO LO UNICO QUE HIZO FUE LUCRARSE.. PERO RICO DELICIOSO GASTANDOSE LA PLATICA EN OTROS PAISES MIENTRAS ACA LA GENTE LITERALMENTE SE MUERE DE HAMBRE..
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