domingo, 21 de septiembre de 2008

Mis compañeros de francés

Hoy quiero hacer una pequeña reseña sobre las personas con las cuales estudio francés.

Mi grupo no es el mismo en todas las clases. Varía de aproximadamente 9 a 15 estudiantes, según la clase y el día. El centro permite a los estudiantes definir su horario, especialmente para facilitar la inserción laboral.

La mitad del grupo somos colombianos, 6 en total. La mayoría muchachos jóvenes, algunos de los cuales vienen de terminar la francización en el Cegep, y ahora continúan su formación en Saint-Michell.

Mi mejor amigo es uruguayo. Llegó aquí hace 4 meses, sin familia, y dice que ha sido discriminado, por cuanto a las personas solas, sin niños, les brindan menos ayudas. Con él he hecho algunos amigos uruguayos y argentinos.

Dos estudiantes son de Perú. Uno de ellos es una persona bien particular. Esta semana estuvimos conversando sobre sus proyectos y dijo que él quería estudiar en Estados Unidos. Le dijimos que entonces para que estudiaba francés. Dijo que el francés también era importante (Cada cual con sus propias ideas, no?). Luego de las clases de francés se va para la Universidad de Bishops a estudiar japonés. Yo lo molesto y le digo que el deseo de los peruanos por aprender japonés se lo deben a Fujimori.

Otro buen amigo es de Bangladesh. Habla 5 idiomas: bangladesh, inglés y otros 3 que no le pude entender. El francés es el sexto y me dice que el séptimo idioma que va a aprender es el español. De vez en cuando me pide que le enseñe alguna frase en español, y ya nos saluda en español a los latinos con cierta soltura.

Otra estudiante es de Burkina Fasso, en Africa. Revisando la enciclopedia, encuentro que en ese país el francés es idioma oficial, pero seguramente ella debe tener otra lengua materna.

Tengo compañeros también de Algeria, Afganistán, Irán y Ubekistán. Con ellos, me he dado cuenta que los latinos tenemos la ventaja en el aprendizaje del francés de tener el mismo alfabeto. Para las personas de estos países es más difícil, porque tienen que empezar por aprender el alfabeto, el cual es bastante diferente. Me acordé entonces del pequeño tiempo que estuve en Rusia y traté de aprender ruso, y la dificultad que me dió familiarizarme con los varios alfabetos que se deben de manejar en este idioma.

En resumen, la clase de francés es una experiencia multicultural, muy enriquecedora por cuanto puede conocer uno personas de muchas partes del mundo con ideas y concepciones diferentes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola Edison, genial estos apuntes, muy interesante y enriquecedora la experiencia, esa es una de las cosas bonitas de canada, la multicultura.
un abrazo