jueves, 4 de marzo de 2010

Declaración de renta

Hoy fui a hacer la declaración de renta. Para los que no lo saben, aquí todo el mundo debe hacer declaración de renta cada año, con independencia de sus ingresos. Si la persona trabaja, debe buscar un contador, el cual le cobrará entre 20 y 100 dólares normalmente por hacer la declaración, dependiendo sobre todo de sus ingresos.

Nosotros que aún no trabajamos sino que estudiamos vamos al subsuelo de la Iglesia LaRocque, en donde voluntarios hacen declaraciones a personas de bajos recursos y cobran sólo 5 dólares por persona. Siempre va gente y es necesario esperar su turno. Yo estuve allí prácticamente toda la mañana.

A pesar de la espera quiero resaltar que aquí lo de hacer la declaración de renta, y en general el tema relacionado con los impuestos, se percibe de una manera diferente a como lo percibíamos en nuestro país de origen. Aquí sabemos, por ejemplo, que luego de tratada la declaración de impuestos, el gobierno tanto federal como provincial, nos va a hacer una devolución de impuestos, lo cual es bueno. El año pasado nos devolvieron como 600 dólares.

Además, en el caso que uno deba pagar impuestos (cuando esté recibiendo un buen ingreso), aquí se tiene la percepción que el dinero es bien usado por el Estado, entonces no molestara aportar cuando haya que hacerlo. En nuestro país de origen existía y existe la percepción que el dinero de los impuestos no va a ser bien utilizado, que posiblemente va terminar una buena parte alimentando la corrupción que existe al interior del Estado, y esa idea hacía todos los procesos muchos más difíciles.

Existe la posibilidad de introducir los datos de la declaración de renta por Internet o enviarla por correo. Aún no he decidido cual método voy a usar. Creo que al final me terminaré decidiendo por hacer el trámite por Internet, el cual es un poco más ágil.